Puerto Iguazú. Con 500 toneladas de cacharros y 426 traslados desde los 33 barrios seleccionados hasta el lugar depositado, finalizó esta semana la segunda etapa anual del descacharrizado en el marco de los trabajos prevención contra el mosquito transmisor del dengue. Del mismo modo, se comunicó que el levantamiento de datos del índice larvario en esta ciudad arrojó como resultado el 6,2 por ciento en promedio en la totalidad de los barrios.
“Se trabajó durante cuatro meses en el descacharrizado, en los 33 barrios de Iguazú. Se hicieron 426 viajes con basura, cacharros, que corresponden a 500 toneladas recolectadas”, dijo Walter Ravelli, Director de Defensa Civil y uno de los funcionarios municipales que encabezó la planificación de los trabajos preventivos contra el vector transmisor de la enfermedad que causó una epidemia durante el verano pasado con una cantidad de casos que son imposibles de calcular ya que los datos oficiales no coincidían con los casos que se observaban en la ciudad teniendo en cuenta que muchos pacientes fueron atendidos en Brasil.
“La segunda etapa finalizó, pero seguiremos recorriendo durante dos semanas más porque los vecinos sacan tarde los cacharros. Por eso haremos las recorridas y juntaremos los cacharros otra vez pero solo por dos semanas”, indicó Ravelli.
Por su parte, Juan Carlos Britez, Jefe del Departamento de Saneamiento Ambiental y Control de Vectores Municipal, se refirió a los cuatro meses de tareas preventivas y explicó al Territorio los resultados del control focal.
“La finalidad es tener un verano mucho más tranquilo que el verano pasado. Imaginen lo que fue juntar a mano las 500 toneladas de cacharros, al hombro y con la colaboración de las distintas fuerzas de seguridad”, señaló el funcionario municipal a cargo del rociado espacial, el descacharrizado diario, el control focal y la campaña de educación a través de material informativo con trabajos prácticos didácticos para los estudiantes de nivel inicial.
“Por ahí la gente no se da cuenta, pero es muy alto el costo del combustible en estos trabajos. Eso la gente no observa y puedo asegurar que los costos son muy altos en dinero”, agregó Britez.
Además, se refirió a los resultados obtenidos del índice larvario y advirtió a los habitantes de la ciudad turística que estos trabajos no finalizaron porque “la responsabilidad es de todos” en cada vivienda o terreno baldío.
“El levantamiento rápido de muestras es, en promedio, 6,2 por ciento en todos los barrios. Y advirtió: “Ojo que acá no hay que relajarse y debemos estar todos involucrados. Nosotros seguiremos con la fumigación, el rociado espacial y después del verano seguiremos con la tercera etapa de descacharrizado. De todas maneras, el vecino que necesita trasladar elementos desde su domicilio debe gestionar a través de la Municipalidad como se hace en cualquier ciudad, como corresponde”.
“No hay interés de los vecinos”
Luciana es habitante del barrio Villa Alta y asegura que a veces los trabajos del municipio no son útiles porque hay personas que no colaboran con la limpieza.
“Frente a mi casa hay un terreno con tres casas. Viven todos juntos en el mismo terreno y observo que hay agua podrida en la piletita de los nenes y no hacen limpieza. En esa casa casi todos tuvieron dengue el año pasado y no escarmientan. Cuando voy para hablar me dicen que exagero en mis palabras”, comentó la vecina de la calle Héctor Cámpora. “No hay interés por el dengue, no tienen idea del peligro”, señaló.
Por otro lado, en el barrio Ignacio Abiarú, en el sector de las 300 viviendas, los vecinos arrojan todo tipo de elementos que permite acumular agua, mientras que otros limpian y queman ramas y leñas para “espantar al mosquito”.
En ese sector, Ricardo Aranda, coordinador de la organización sin fines de lucro “Iguazú por la salud” junto a algunos voluntarios organizó jornadas de limpieza y capacitación sobre prevención de enfermedades vectoriales, principalmente el dengue, aunque algunos vecinos se molestaron por los ruidos que causaban los voluntarios al desarrollar los trabajos preventivos.
“Nosotros gastamos dinero en la limpieza y la gente sin importar vuelve a tirar”, señaló Blanca Quintana, administradora del sector del barrio mencionado.
En otros barrios hay vecinos que no mantienen la limpieza de las piscinas y tras varias advertencias de los funcionarios municipales todavía de observan esos espacios con agua acumulada sin la limpieza que corresponde para prevenir los criaderos de mosquitos.
En ese sentido, la Secretaria de Gobierno Municipal Marcela González solicitó a la población realizar la limpieza en los hogares. “Nosotros podemos hacer de todo en las responsabilidades como gobierno pero todos debemos estar unidos en la prevención del dengue, cada uno en su domicilio, en su terreno, es mucho más fácil”, dijo.