Puerto Iguazú. Culminó la temporada alta de verano y el sector turístico comienza a elaborar un balance de los primeros dos primeros meses del año donde se registró una caída en la actividad teniendo en cuenta el mismo periodo del año pasado cuando el porcentaje de ocupación hotelera fue superior, al igual que el ingreso a diferentes atractivos turísticos, entre ellos, el Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú.
Es el caso de un hotel céntrico tres estrellas superior ubicado a dos cuadras de la terminal de ómnibus donde se registró un promedio del 40 por ciento durante los dos meses, mientras que en enero y febrero del 2.015 el balance fue del 70 por ciento de ocupación con un trabajo sostenido hasta Semana Santa. El mismo hotel ofreció el verano anterior una tarifa cercana a 1.100 pesos base doble con desayuno americano, mientras que la actual tarifa del mismo servicio es de 2.170 pesos agregando una promoción que incluye cena sin postre ni bebida incluida con el fin de llamar la atención del potencial cliente. “Hubo semanas con 60 por ciento de ocupación, pero la mayoría de los días no llegaba al 20 o 30 por ciento, más aún en febrero que tenía ocupada solamente cuatro habitaciones”, dijo su gerente a pesar de mostrar optimismo porque asegura que “se puede revertir dependiendo de la creatividad de cada empresario y sin quedarnos con los brazos cruzados esperando que los turistas vengan solos”.
En consecuencia, en el Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú se observó la diferencia de visitantes entre enero y febrero, y también es contundente la diferencia al comparar las estadísticas entre las últimas temporadas. En el primer mes ingresaron 160.985 turistas, mientras que en febrero lo hicieron 119.147 donde el 52 por ciento eran oriundos de las provincias argentinas, el 35 por ciento extranjeros y el 13 por ciento de los países del Mercosur; y el día de mayor concurrencia fue el domingo 7 de febrero -previo al feriado largo de carnaval- donde ingresaron cerca de 8 mil visitantes. En el mismo sentido, sumando los dos meses ingresaron 280.132 turistas al máximo atractivo turístico de Argentina, mientras que en el verano anterior lo hicieron 308.706 visitantes y en el 2014 ingresaron 294.020.
En relación con el verano pasado, “el extranjero se mantuvo” dijo el presidente de Iguazú Turismo Ente Municipal (Iturem), el licenciado en turismo Leopoldo Lucas, quien aseguró que seguirán trabajando en la promoción fortaleciendo la llegada del potencial turista de la región como los habitantes del sur de Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia y Uruguay; sin descartar promociones especiales para misioneros durante el año “donde ya hay hoteles que trabajan esas ofertas y les va muy bien”, comentó el funcionario municipal. En coincidencia a lo que asegura Leopoldo Lucas con la visita sostenida de los extranjeros, la mayoría de los “hostels” registraron una ocupación plena durante el verano, mientras que la otra parte de la misma categoría trabajaron con normalidad en una ocupación superior al 60 por ciento con turistas de Alemania, Suiza, Australia, Inglaterra, China, Israel, Holanda, España, Francia y Estados Unidos; entre otros.
Por otra parte, el funcionario municipal descaró que sea el dengue el motivo de la baja de la actividad y se refirió a la devaluación de la moneda brasilera. “Muchos argentinos fueron a las playas de Brasil. Hablé con funcionarios y empresarios de otras ciudades y también sucedió lo mismo porque el turista tampoco fue a Bariloche, Salta, Rosario, Calafate, Buenos Aires y Mar del Plata. No solo en Iguazú sucedió esto y no es por el dengue tampoco”, opinó el presidente del Iturem y agregó: “la ocupación en el verano fue del 60 por ciento en promedio” aclarando que algunos trabajaron con un promedio mayor y otros en menor cantidad.
Preocupación en los gastronómicos
La caída de la actividad turística en Puerto Iguazú impactó en el sector de la gastronomía, principalmente, aunque los trabajadores considerados eventuales fueron los más perjudicados. “Estoy en una situación muy particular porque vengo de trabajar doce meses en un restaurante y me avisaron que debo esperar para ver lo que sucede con el movimiento. El verano pasado trabajamos muy bien –recordó- y ahora me queda buscar otro lugar hasta que me avisen y volver”, señaló Pablo, profesional de la gastronomía con estudios terciarios donde se especializó en panadería y repostería.
Otro caso similar describe Gabriela, asistente de cocina en un hotel ubicado a pocos metros de la rotonda de acceso a la ciudad, quien llegó a un acuerdo con la patronal en suspenderla por 30 días, sin goce de haberes, para luego volver a cumplir sus funciones con reducción horaria. “Llegué a ese acuerdo porque prefiero no perder el trabajo ya que estoy muy bien con ellos, cómoda, y quiero volver porque tengo tres hijos en edad escolar y mi marido a veces cobra muy bien como taxista y a veces no”, dijo.
Otro ejemplo es una joven trabajadora de un hotel 3 estrellas donde cumple la función de mantenimiento y describió que llegaría a un acuerdo con la gerencia en caso de disminuir aún más la actividad donde trabaja. “El hotel tiene 60 habitaciones y en febrero siempre se ocuparon 7, 8 o 10 en este verano”, describió Rossana quien recordó que el mismo mes del año pasado estaban “casi todas ocupadas todo el tiempo”.
Mientras tanto, desde el gremio gastronómico mantienen diálogos regulares con los empresarios con recomendaciones específicas del trato hacia los trabajadores llegando en buenos términos con los acuerdos de reducción horaria de trabajo porque “el trabajador entiende y prefiere tener una disminución de su trabajo y evitar perderlo”, dijo Héctor Lugo, secretario gremial de la seccional Iguazú de la Unión de Trabajadores de la Hotelería y Gastronomía de la República Argentina (Uthgra). Además, el gremio seguirá de cerca los casos y advertirá sobre la situación de los trabajadores.