Puerto Iguazú. El municipio comenzó a ejecutar un plan de descacharrizado que se inició el lunes pasado en la zona portuaria de la ciudad turística y el barrio Riberas del Paraná, continuando hasta hoy en Villa Nueva, Obrero y Almirante Brown donde la recolección de ramas de árboles impidió finalizar los sectores en los tiempos planificados.
“Muchísimas ramas tuvimos que juntar en los camiones pero seguimos adelante porque es un trabajo que se debe hacer. El primer día (lunes) contamos con la colaboración de los vecinos que estuvieron atentos a nuestro paso por Riberas del Paraná y sacaron los objetos a las veredas. A las personas adultos mayores ayudaremos a sacar de sus propiedades para evitar problemas de salud en ellos y así no tengan que hacer tanta fuerza sacando las cosas a la vereda”, dijo Juan Carlos Brítez, Jefe de Control de Vectores de la Municipalidad de Puerto Iguazú.
Mientras tanto, el funcionario comentó que la intención es finalizar en agosto el descacharrizado para realizar las fumigaciones que se llevarán adelante una vez que finalice la limpieza en cada sector. “No daremos terminado el trabajo hasta finalizar la última manzana de cada barrio”, dijo.
Para la próxima semana los barrios en agenda para la limpieza son Villa Florida, Villa Tacuara, Centro, Villa 14 y Comandante Andresito.
En la agenda de los concejales
Con el tratamiento de una ordenanza que se complemente con la campaña de limpieza que se ejecuta en el marco de la lucha contra el dengue, esta semana retomaron las sesiones ordinarias en el Honorable Concejo Deliberante de Puerto Iguazú.
De esta manera, además del pedido de la compra de móviles para las direcciones de bromatología y tránsito, en el orden del día tomó protagonismo un proyecto de ordenanza basada en el fortalecimiento del plan de descacharrizado que el municipio realiza en la ciudad junto a las fuerzas de seguridad con el objetivo erradicar al vector transmisor del dengue.
Para ello, el concejal Juan José Raynoldi explicó que se trata una ordenanza que se enfoca en la limpieza de los terrenos que se encuentran abandonados y sus propietarios no realizan la limpieza. “Es una normativa que permite el ingreso del personal municipal para realizar lo trabajos en los terrenos que se encuentran sin limpiar”, señaló. En ese sentido, el presidente del deliberativo comentó que hay muchos terrenos en esas condiciones y “es uno de los problemas que enfrentan los empleados cuando trabajan en los barrios”.
Además, el concejal radical Lucio Schreiner también hizo referencia a la misma ordenanza cuyo autor es el edil Raynoldi. “Debemos tener siempre en cuenta de la importancia de limpiar los terrenos y en Iguazú hay muchos propietarios de terrenos que no habitan en la ciudad. Entonces el municipio debe ser el encargado de hacerlo antes que ocurra otra vez lo que sucedió con el dengue en la población”, indicó el edil de la oposición y que acompaña el proyecto del oficialismo.
Cambio de hábitos por el dengue
Aunque se observa indiferencia en muchos vecinos que no limpian sus terrenos y viviendas familiares, muchos habitantes de la ciudad cambiaron sus hábitos a causa de la epidemia de dengue que dejó un saldo incalculable de pacientes desde los registros más visibles de octubre hasta abril pasado con muchos casos febriles que fueron tratados por Salud Pública en el hospital local y en las clínicas privadas y farmacias de la vecina ciudad brasileña de Foz do Iguazú.
Fogatas que “espantan los mosquitos” y uso de ropa de invierno en jornadas calurosas son algunos de esos hábitos, mientras que el uso de repelentes forma parte de la vida cotidiana de los vecinos en los bolsos deportivos, las carteras femeninas y el uso frecuente de los docentes en plena hora escolar. “Se observa como algo habitual el uso de repelentes en los niños, por lo menos eso no veía en el aula hace dos años y ahora es muy frecuente todo el año”, señaló Carmen, docente de una escuela de nivel primario. “Los estudiantes niños entre 6 y 10 años lo hacen, pero los adolescentes no tienen las mismas conductas”, indicó.
Por otro lado, algunos vecinos consultados se refirieron a la quema de ramas de árboles que utilizan para espantar a los mosquitos. “No me gusta hacer humo, pero lo tomé como costumbre por el problema del dengue. En verano lo hacía todo el año y más cuando los médicos me advertían lo que sucedía. Ya me acostumbré y no voy a arriegar porque en casa somos 5 y cuatro tuvimos dengue”, dijo Horacio, vecino del barrio Primavera. “Muchos vecinos lo hacen, no sé si resulta favorable contra los mosquitos o no pero lo hacemos igual”, comentó Agustina del barrio Ignacio Abiarú.
Otro de los hábitos en los casos febriles es concurrir a las conocidas farmacias de Foz do Iguazú tras tener los síntomas de dengue. En la ciudad brasileña hay tres farmacias conocidas donde es muy habitual recibir como pacientes a los vecinos argentinos. Una de las farmacias se encuentra en Porto Meira, la más concurrida que se encuentra muy próxima al puente internacional Tancredo Neves, mientras que las otras dos están ubicadas en el centro de la ciudad. Aunque los farmacéuticos no quieren informar a la prensa en relación con los medicamentos inyectables suministrados a los pacientes, comentaron que “cerca de 3 mil argentinos fueron atendidos en la farmacia de Porto Meira durante el año, todos casos febriles con fuertes dolores musculares y vómitos”. Por otro lado, en las otras dos farmacias calculan que en el verano último más de 2 mil pacientes con síntomas de dengue fueron argentinos y atendidos allí tras presentar los mismos síntomas mencionados. “No solo de Iguazú vienen como pacientes, también de Esperanza y Wanda”, comentó uno de los empleados farmacéuticos.