Puerto Iguazú. “Me impactó ver el sagrario en el piso con las hostias tiradas”, dijo el padre Raimundo Lencinas de la parroquia Cristo Redentor del barrio Villa Alta de esta ciudad en referencia al hecho de robo del lunes pasado y que conmovió a la comunidad católica.
“Entraron al mediodía, cuando me retiré para almorzar. Llegaron unas vecinas para orar y se encontraron con todo tirado, fue horrible y triste porque es una violación, muy violento”, dijo. “Allí está el cuerpo de Jesús”, declaró Lencinas con impotencia y dolor.
“Para mí fue ignorancia de lo que significa el sagrario y solo se llevaron dos copones color oro, pero no tiene valor económico. Por ahí la ignorancia los lleva a creer que es de oro por el color que tienen esos copones que será de mucha dificultad venderlos porque cualquier persona se dará cuenta que corresponde a la propiedad de una iglesia católica”, señaló.
Por otro lado, el párroco llamó a seguir evangelizando en cada barrio de la ciudad y dijo: “Hay que seguir evangelizando, con fuerza y fe, con mucha fuerza. A este hecho no lo tomo con bronca, primero hay que ver el motivo de las personas que llevaron a esas personas a hacer eso. Hay mucha droga y otros problemas en la calle y por ahí si esa persona sabía que Jesús estaba presente en la sacristía era su momento para rezar y contar lo que le sucedía y no hacer lo que hizo que fue un daño muy grande a la comunidad”, explicó el párroco con impotencia tras el robo en su parroquia.
Por otro lado, Lencinas se refirió a la continuidad de las obras que se están llevando adelante en el terreno de la parroquia. “Tenemos que finalizar este año los salones y ya estamos llegando al techo. Este mes tendremos una reunión para reorganizarnos y así finalizar las obras. Estoy muy contento por la comunidad de la parroquia, por los catequistas, los padres y todos los que colaboran de una y otra manera”, dijo.