Luego del oxígeno de julio con la llegada de turistas de diferentes provincias, y en medio de la incertidumbre y necesidad de la apertura de la frontera con Brasil para favorecer la economía local, el movimiento gastronómico volvió a ser más intenso durante la mayoría de los fines de semana de agosto en Puerto Iguazú cuando algunos restaurantes trabajaron con conformidad.
En esa avenida gastronómica con servicios de excelencia, la foto ya no era ese retrato triste del año pasado. Algo fue cambiando aunque todavía no alcanza para cumplir con las obligaciones en medio de las deudas que tardarán en desaparecer.
Mientras tanto, el pedido de los empresarios y comerciantes sigue vigente para la apertura fronteriza debido a la competitividad existente, aunque por el momento la incertidumbre es más protagonista.
En la noche del sábado pasado había siete personas sentadas en una las tantas mesas de un conocido restaurante. Eran cuatro adultos y tres niños oriundos de Posadas que solicitaron la carta y decidieron degustar una pizza muzzarella grande, cuatro caipiriñas de limón, dos gaseosas, dos jugos de naranja y dos botellitas de agua mineral. Más tarde, pidieron al mozo una tabla de pescados, una porción de papas y una porción grande de rabas junto a una cerveza de litro.
Todo parecía estar delicioso de acuerdo a los rostros de los comensales que luego de una hora de charlas y fotos pidieron la cuenta: disfrutaron una exquisita cena por 4500 pesos. En el mismo ticket estaba el cambio de la moneda en dólar y real que llamó la atención de los turistas. En el papelito describía 148 reales, lo que sorprendió a uno de los turistas con una expresión que despertó la simpatía del mozo: “Si la frontera estuviera abierta no íbamos a tener lugar para sentarnos en este lugar”.
Y es una de las razones del interés del sector gastronómica que busca aprovechar la competitividad cambiaria en la asimetría fronteriza donde en Puerto Iguazú se consigue completar el carrito de supermercado por 200 reales, disfrutar una gran picada de quesos y fiambres a 25 reales con un conocido vino malbec a 15 reales. También un delicioso salamín a 3 reales o un kilo de costilla de ternera a 25 de la misma moneda brasileña; entre otras opciones que ofrece el destino norte de Misiones.
Por este y otros motivos el sector comercial de Puerto Iguazú espera con ansiedad la apertura del puente Tancredo Neves que une Puerto Iguazú con la ciudad brasileña de Foz do Iguazú. El mencionado sector junto al hotelero y gastronómico fueron damnificados debido a que el comercio fronterizo motoriza la rueda de la economía. Así lo reconocen varios referentes del sector y hasta el propio presidente Alberto Fernández en su última visita al área cataratas del Parque Nacional Iguazú cuando remarcó que el sector turístico fue el más perjudicado.
Mientras tanto, los empresarios realizan el sacrificio de sostener a sus empresas que en su mayoría se encuentran endeudados con créditos a pagar. Por el momento, hay mucha expectativa sin información precisa acerca de la apertura de la frontera entre dos ciudades cuya población accedió en un alto porcentaje a la vacunación contra el covid.
“Nosotros estamos trabajando mejor que el año pasado, pero lo que realmente necesitamos es al brasilero o paraguayo que siempre nos visitó. El movimiento en nuestro negocio siempre fue intenso cuando la frontera estaba abierta”, indicó Jorge, a cargo de una vinoteca en la ciudad.
Por otro lado, la encargada de dos locales comerciales relacionados con las artesanías y regionales, destacó que julio y agosto “se pudo trabajar mejor, aunque falta el brasileño”. Dijo Mabel que “los brasileños siempre venían al negocio a llevar algún recuerdo de la ciudad”.
Por su parte, el comerciante “Beto” Rodas de la Feirinha dijo que “lo más importante es la salud, pero esperamos con muchas ganas a los brasileños que siempre vinieron a este lugar, igual que los misioneros que siempre nos visitaron y les gusta la feirinha”.
En ese sentido, los remiseros también están esperando un mayor flujo de clientes, principalmente para traslados al aeropuerto de Foz. “Son viajes que se extrañan y que te salvaban una jornada floja”, señaló Jorge, remisero ubicado en el centro de la ciudad.
Optimismo en cuotas
Son varios los empresarios de Iguazú que abrieron sus puertas para mejorar la infraestructura de sus locales comerciales y comenzar a trabajar ante los rumores de la apertura de la frontera entre Puerto Iguazú y la ciudad brasileña de Foz. Eso llevó tomar deudas a corto y largo plazo a través de créditos bancarios.
En este sentido, durante los últimos días se observaron muchos avisos por redes sociales solicitando personal idóneo para ocupar puestos laborales relacionados con la atención al público, restaurantes, bares y hotelería.
Luciana Alvez es cocinera y se quedó sin trabajo en el 2019 en un hotel de las 600 hectáreas. Mientras tanto, en su casa trabajó con la repostería y vendía por la ciudad a través de las redes sociales y mensajes de texto.
“Desde la semana pasada me enteré de muchas empresas que buscan profesionales de la cocina y trato de llevar mis datos a todos para ver si consigo algo formal”, señaló la emprendedora. “Sin sueldo fijo es muy difícil llevar adelante una familia”, dijo la madre de dos hijos.
Para el empresario Diego Castrovillari es importante la apertura fronteriza “para que la economía empiece a reactivarse”. Y agregó: “Presentando el carnet de vacunación y con los protocolos creo que es suficiente”.
Por otro lado, el comerciante César Arias logró conservar a su personal tras vender una moto, una propiedad, la ayuda del Estado y algunas otras pertenencias.
“A muchos colegas les cuesta conseguir personal para trabajar pero llegan muchas carpetas pidiendo un lugar”, comentó. “En mi caso tuve que vender una moto y una camioneta para cumplir en pandemia, pero soportamos”. Y advirtió: “Ya no damos más, tenemos muchas deudas y la apertura del puente debe ser la solución urgente”.
Lo mismo coincidió “Tony”, empleado de un tradicional comercio del centro de la ciudad. “La apertura del puente es necesaria, económicamente, culturalmente y hay una necesidad urgente. Tenemos que poner en el tapete el tema sanitario que me parece que hubo mucho tiempo para charlarlo. Nuestra economía está devastada por eso es muy importante la apertura”, comentó. “También hay que decir que debemos cuidarnos, hay mucha gente que no se cuida y mucha gente no quiere vacunarse”, dijo el empleado de comercio.
La apertura del puente Tancredo Neves como fundamental para reactivar el turismo
