Puerto Iguazú. “Está todo parado, la caja casi no se mueve y tuve que suspender a una empleada”, describió un empresario de venta minorista de la ciudad turística, lugar donde se observa con preocupación la disminución de ventas en el sector comercial, mientras que algunos cerraron sus puertas y otros cambiaron de rubro como estrategia de comercialización.
Así como algunos rubros tuvieron buenas jornadas de actividad en marzo -librerías, heladerías y talleres mecánicos- muchos comerciantes tuvieron que cerrar sus puertas acusando a la devaluación de la moneda brasilera, los gastos de cada familia al afrontar la canasta escolar incluyendo los útiles y la vestimenta, sumado a la inflación en la canasta básica de alimentos, impuestos y servicios públicos.
Al respecto, empresarios indicaron que la venta minorista se redujo entre el 35 y 45 por ciento en algunos rubros y el 60 por ciento en otros. “En marzo se sintió muy fuerte el efecto de los precios nuevos teniendo en cuenta los salarios estancados”, comentó Raúl, propietario de un mercado familiar ubicado en el barrio Florida de esta ciudad. A su vez, describió que comenzó a arriesgar en su política de venta ofreciendo a sus clientes la libreta conocida como “cuentita” porque marzo “fue un mes malo para todos los rubros comerciales, por lo menos la mayoría y con mi socia decidimos abrir las libretitas para los clientes de mayor confianza que sabemos que pagarán a fin de mes”.
Si bien los consumidores están muy cautos a la hora de comprar, las empresas sostienen la continuidad del programa de financiamiento “Ahora 12” y las cuotas sin interés en algunos comercios. “La metodología de la cuotas ayudó muchísimo y se evitó una caída mayor en las ventas en marzo”, dijo el gerente comercial de una conocida marca de productos electrodomésticos.
En cuanto al movimiento comercial en avenidas populares y de tradición comercial en Puerto Iguazú, en la avenida Brasil más de 14 negocios cerraron sus puertas aunque algunos empresarios decidieron buscar alquileres más económicos y otros dedicarse a rubros potables en esta situación. En el mismo sentido, sobre la extensa avenida República Argentina otros 9 comercios también cerraron las ventas. “Con la plata de la última venta decidimos hacer un emprendimiento en nuestro domicilio con venta de facturas y pan casero”, comentó Graciela que decidió suspender sus actividades del rubro venta de ropas y calzados.
Por otro lado, en los supermercados no se observa el intenso movimiento como el año pasado y los comerciantes atraen con muchas ofertas en carnes y lácteos con carteles que llaman la atención. “Pagás 5, llevás 6” menciona uno de los carteles. “Tres kilos de costilla a $290” se observa durante el fin de semana en una carnicería del barrio Villa Alta.
Además, son muchos los comerciantes que cruzan carnes y verduras para ofrecer ofertas a sus clientes. En las cajas que muestran los carniceros se observan cortes de chuleta de cerdo de Brasil y en las verdulerías sucede lo mismo con los melones, limones, sandías y rúcula.
Las imitaciones como estrategia
En algunos comercios se observan productos de Ciudad del Este, Paraguay, de imitación de primera marca como varios comercios de barrio donde se venden dos cajas de lápices de colores Faber Castells a 35 pesos, cuando una sola caja del producto original supera el doble a ese precio. “Este año la gente no compró calidad en los útiles escolares y nos fue muy bien vendiendo la imitación de lápices escolares de esa marca al igual que otros productos”, se justificó la dueña de la librería del barrio Belén, aunque destacó que explica a sus clientes que son lápices de colores de Paraguay.
Lo mismo sucede con indumentarias deportivas ya que la venta a los paraguayos y brasileros es continua en camisetas cuyos valores oscilas los 250 pesos cuando una camiseta original de fútbol ronda los mil pesos. “Apostamos vender más imitaciones de camisetas de fútbol a los brasileros en valores entre 250 y 400 pesos. Antes vendíamos camisetas originales, pero en estos momentos no se mueve mucho”, explicó el empleado de comercio.
Combinación de productos
Tras la situación económica que se observa en el rubro comercial algunos empresarios destacan la importancia de buscar alternativas para colocar en las góndolas de su local. Es el caso de Mauricio, que vende indumentaria deportiva hace más de 6 años y que en los últimos dos meses decidió agregar una góndola de toallas, sábanas y elementos de regalería como llaveros, mate, bombillas y vasos con isologo de las Cataratas del Iguazú. “Esa estrategia me ayudó mucho en la crisis del 2001 y quiero repetir lo mismo, aunque hoy los alquileres no te dan tiempo. En mi caso decidí pedir un pequeño préstamo, mi señora sacó otro, y así apostar por estos productos y pagar seis meses de alquiler por adelantado para estar tranquilos, pero el mes pasado nos llegó semejante boleta de luz de 6 mil pesos que nos dejó descolocados”, explicó. “Igualmente todavía la mercadería no se movió porque nadie sale a caminar por las calles para comprar algo, ni en los supermercados se ve lleno de gente menos irán a mi negocio”, agregó.
En la feria franca
Los feriantes de la zona norte de Misiones que comercializan sus productos semanalmente en la feria San Benito de Puerto Iguazú aseguraron que las ventas fueron muy buenas hasta fin de año y desde enero hubo una disminución del movimiento comercial. Al respecto, el presidente de la feria de San Antonio, el productor porcino Basilio Schmidt, explicó la actualidad económica del sector que comercializa los cerdos. “El año pasado, cada fin de semana, llegábamos a vender 20 a 30 cerdos y ahora vendemos 5 o 6 por semana”, dijo.
Mantuvieron el ritmo de ventas
El prolongado calor de las últimas cuatro semanas, similar sensación térmica en relación con los meses de verano último, permitió a las heladerías comercializar con normalidad sus exquisitos sabores en sus tradicionales productos. Los empleados de las cinco heladerías ubicadas en el centro comercial coincidieron en que las ventas fueron buenas en la mayoría de las jornadas de marzo y abril. “La venta disminuyó, pero la gente igual sigue viniendo y consume casi lo mismo del verano, pero se mueve bastante y más aún de tarde y noche”, comentó Rossana, empleada de una heladería muy conocida del centro.
Por otro lado, mientras que en algunos bares de la avenida Brasil se observan mesas desocupadas, en la tradicional Ferinha se mantiene la regularidad de visitas de los brasileros y paraguayos, aunque las ventas disminuyeron en relación con el verano del 2015.
Mientras tanto, en los talleres mecánicos de motos y autos observaron una disminución de sus actividades aunque lo normal en la época del año. En los talleres de motos se observó mayor movimiento con largas jornadas laborales aprovechando el momento. “No tengo problema de trabajar hasta la medianoche porque escucho a otros comerciantes quejándose que no hay ventas”, dijo un mecánico del barrio Villa Alta.
Otra empresaria del rubro de las carteras y bolsos en general decidió mantener abierto su negocio ubicado en la calle Gustavo Eppens durante el mediodía y tuvo resultados satisfactorios, aunque decidió estar solamente ella en su negocio “porque con una sola persona es suficiente en la atención al público”. (Informe y fotos de Eduardo Viera)