Puerto Iguazú. Los hechos de violencia y robos en parroquias, ermitas y santuarios siguen ocurriendo en distintos barrios de la ciudad y la última vez ocurrió el pasado lunes en la ermita de Inmaculada Concepción de Villa Alta donde destrozaron el lugar y desapareció la imagen de la Virgen de Itatí.
“Son los mismos muchachos que se drogan y chupan (beben) en la plaza de noche y salen a romper todo, son los mismos que te roban y eso ocurre todas las noches frente a la Seccional Segunda (Policía de Misiones)”, manifestó Graciela, una vecina del barrio Villa Alta.
A este hecho ocurrido frente a la plaza de los niños volvió a causar el repudio generalizado en los vecinos y la comunidad católica. En consecuencia, se volvió a organizar una misa a cargo del padre Raimundo Lencinas por los hechos ocurridos en la ermita que es muy concurrida por los vecinos.
A este hecho en particular se suma a los ocurridos la semana pasada en la parroquia Cristo Redentor donde profanaron la sacristía en pleno mediodía cuando el párroco se encontraba almorzando. Por otro lado, en el verano robaron materiales de construcción en la parroquia San Roque González, mientras que similares hechos ocurrieron en la Catedral y otros espacios religiosos.
Para el párroco Raimundo Lencinas, de Cristo Redentor, los hechos de robo en la sacristía son a causa de la “ignorancia” y la solución es “seguir evangelizando, informando, educando en las catequesis”.
Mientras tanto, pastores y referentes de otras religiones también manifestaron y denunciaron robos en sus iglesias. “Muchos de los robos ocurren después de las misas o los lunes cuando saben que no hay nadie”, dijo un referente de la iglesia Evangelista. “Hay mucha droga, violencia, abandono de los padres hacia los niños y eso causa muchos robos en lugares insólitos pero quieren robar de todo para vender y conseguir droga. Por ahí creen que hay dinero en las iglesias y terminan robando un equipo de audio que mucho sacrificio costó conseguir”, señaló el pastor Velázquez.